MERCADOS y FERIAS

en los

CONDADOS de CHAMPAGNE y BRIE

 


sello de las ferias de Champagne
año 1267

Los condes de Champagne buscaron con la organización de ferias y mercados permanentes provocar en su territorio el encuentro entre mercaderes flamencos e italianos principalmente. La originalidad de las ferias champañesas residía en que constituían un ciclo ininterrumpido de encuentros comerciales llenando prácticamente todo el calendario del año. Cada feria duraba de tres a seis semanas. Gustave Carré ya mencionó la existencia de ferias en Troyes desde el siglo V.

Los flamencos venden telas y paños, además de productos del comercio atlántico, mientras que los italianos aportan sedas, especias orientales y cera, además de productos del comercio mediterráneo. Los franceses del sur también aportan trabajos en cuero venidos de Córdoba y los borgoñones buscan vender su vino, mientras que los alemanes comercian con sus pieles y cueros de abrigo. Solamente los anglo-normandos no participan en estas ferias de Champagne que han llegado a convertirse en el punto neurálgico de los contactos en Europa y no solamente comerciales o financieros, sino incluso de orden religioso. La Orden los Templarios tiene su origen en Champaña y asimismo la Orden del Cister.

Desde 1174 los eventos de los mercados disponen de una "guardia de ferias" para asegurar el orden y hacer respetar los buenos usos y prácticas comerciales. Más tarde, en el siglo XIII, la guardia incluso cumple misiones notariales en el otorgamiento de actos jurídicos relativos a transacciones comerciales. En el siglo XIV la guardia se dota de 120 sargentos de a caballo y 20 de a pie con la misión de vigilar los caminos e itinerarios - "conduit" - que llevan al Condado.

A partir del siglo XIII - cuando los condes de Champagne son también reyes de Navarra - las operaciones financieras llegan a tomar más importancia que las puramente comerciales. Bajo influencia de los italianos - en particular los de Siena y Florencia - Champagne hace conocer al mundo el uso de nuevos instrumentos de pago, de reconocimiento y comercio de deuda y de cambio de moneda. Las letras de cambio, las notas de pago nominativas endosables a terceros, los contratos de cambio y de transporte y cesión de deuda cambiaria se convierten en instrumentos prácticos que facilitan, animan y dan seguridad a las transacciones comerciales en las ferias y mercados champañeses.

A mediados del siglo XIV - coincidiendo con la enemistad del rey de Navarra Carlos II que pretende recuperar Champagne y los reyes de Francia - la actividad financiera se desplaza a París con el establecimiento allí de banqueros lombardos con lo que los mercados y ferias de Champagne quedaron relegados a un nivel puramente regional.

La llegada de la dinastía de los condes de Champagne al trono de Navarra traerá consigo notables mejoras en diversos aspectos, entre ellos los comerciales.

Inspirado en el modelo de los mercados de Provins, Troyes, Lagny, Vitry y Bar-sur-Aube, el rey Teobaldo I de Navarra crea una feria anual de 15 días en Pamplona, hacia las fechas de San Miguel, en el mes de septiembre.